Esto puede deberse a que, con la llegada de las nuevas tecnologías, los seres humanos cada vez deben salir menos de sus casas para realizar sus actividades cotidianas. Algunos se meten debajo de la mesa, otros ponen a San Antonio de cabeza, entre otros agüeros. Lo cierto es que, si la tecnología nos ha cohibido de alguna manera de conocer gente nueva, hay que utilizarla a nuestro favor y darle un giro. Por eso las aplicaciones para conocer gente o apps de citas pueden convertirse en tus grandes aliadas para fomentar los encuentros físicos o virtuales con otras personas. Después de indicar interés en otro perfil, el servicio permite que los usuarios se pongan en contacto entre sí. También garantiza que los usuarios no coincidan con sus amigos y que conecten con personas que tengan intereses parecidos y amigos comunes. La plataforma funciona desde y permite una comunicación, desde el comienzo, bidireccional tras hacer match o super match. Esta app creada en por una de las cofundadoras de Tinder promueve crear un ambiente sano y tranquilo para las mujeres, ofreciéndoles seguridad a sus usuarias y otros aspectos extras como empoderamiento y espacio libre de prejuicios. Inicialmente se debe llenar un perfil muy detallado sobre intereses y planes a futuro.
Efectivamente, no siempre esos reencuentros son con personas con las que se ha sido pareja, a veces se trata de un amor platónico. Era amiga de mi hermana pequeña y venía mucho por casa. Elisa ha sido siempre muy madura para su edad. Leía, tenía claro que iba a ser escritora y yo estudiaba periodismo y la verdad es que entre las chicas de mi edad no encontraba demasiadas con las inquietudes de ella. Estuvimos años charlando, incluso cuando yo me fui a hacer un master a Phoenix, nos escribíamos, pero ella empezó a salir con un chico, luego se casó, yo me casé también y como me fui a vivir fuera de Madrid perdimos el contacto totalmente. En la boda de mi hermana nos volvimos a encontrar, ambos fuimos con nuestras respectivas parejas, pero fue vernos y sentir algo muy especial. Un año después nos habíamos separado y empezamos a vivir juntos. No sabría explicarlo, pero lo cierto es que durante todos esos años no se me había quitado de la cabeza. El doctor Alonso aporta un punto de vista interesante sobre este asunto.
Finalmente decidió hacer un viaje en kayak con un grupo de desconocidos para tener la experiencia de ver a las ballenas de cerca. Conozco varias parejas que se conocieron durante viajes al extrajenro, donde nunca habian esperado encontrar al amor. Mi nombre es Leo y soy un adicto. No puedo parar de hacerlo. Es una adicción muy fuerte, por eso, cuando paro, aparece la abstinencia y me genera una gran ansiedad. No estoy hablando del alcohol, del tabaco o de una droga. Es algo mas fuerte que eso. Soy adicto a los besos. Es embriagador presionar los labios de otros con suavidad y sentir por tu cuerpo la liberación de endorfinas que hacen desaparecer el estrés, la depresión y la angustia.