Despedir a un empleado es, casi siempre, un proceso muy desagradable. Analizamos algunas claves para hacerlo correctamente. Hoy analizamos algunas de las claves sobre cómo hacerlo «sin morir en el intento». El despido es un lance doloroso para los empleados pero también supone un duro trago para los responsables de cualquier empresa. En ocasiones, la dirección asume la tarea de comunicar al trabajador afectado la resolución.
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Esa noche y las dos semanas siguientes me ahogué a solas en una depresión horrible. No podía quitarme de la mente lo que había visto, lo dolida que me sentía, y odiaba no poder decírselo a nadie. Era una sensación horrible entre el abuso de la confianza de amigos y la rabia por no ser yo… Pasé fatal la Navidad, descuidé a la gente de mi casa y no podía hacer ni siquiera el trabajo de la Universidad que debía terminar para aprobar una asignatura de postgrado, que acabé perdiendo. Finalmente me llamó y supongo que atribuyó mi silencio a las muchas actividades que tenía por las fiestas y un evento familiar de inicios de año. Volvimos a la Universidad y a vernos como siempre. No sé qué hacer.
