Se sabe que las mujeres prefieren que los hombres escriban primero. Es un buen indicador. Analiza también quién termina las conversaciones. Dale espacio y fíjate si ese comportamiento es recurrente. La duración de una conversación es clave.
Acérquese a sus pezones hombre o mujer. Luego, intensifique la presión. Pase a un segundo plano del beso: con los dientes, presione suavemente los pezones y vuelva a humedecerlos con la lengua. Recuerde, la humedad es un símbolo de deseo.